jueves, 22 de septiembre de 2011

Nicaragua, Nicaragüita...


Prácticamente desde que he cruzado la frontera se empieza a ver el Lago de Nicaragua, conocido por los indígenas como Cocibolca. Tiene una extensión de 8.264 km². Es enorme, parece no tener fin y posee un oleaje como el mar. Es como un mar de agua dulce. Se dice que es el único lago del mundo donde los tiburones se han adaptado a un ecosistema de agua dulce. Los tiburones toro entran y salen del lago a través del río San Juan desde el mar Caribe.



Una cadena volcánica atraviesa directamente el Lago de Nicaragua y esto ha causado la creación de muchas islas y archipiélago de isletas. Desde San Jorge he cruzado en el ferry “Che Guevara” a la isla de Ometepe en una travesía de una hora y cuarto. La isla tiene una extensión de 276 km² y está localizada a 10 kilómetros de tierra firme en el lado occidental del lago. Está formada por dos impresionantes volcanes rodeados por un cinturón de selva y tierra fértil: estos son el Concepción (1.610 m) y el Maderas (1.326 m).


Isla de Ometepe. A la izda el Volcán Concepción (1.610 m) y a la dcha el Maderas (1.326 m)



El ascenso al Concepción (a pata, claro) se hace bastante pesado, sobre todo la bajada, porque la última parte es una ladera de casi el 60% de pendiente, de rocas sueltas, piedra pómez y arena. Al principio la senda va por la selva, luego por una zona de matorrales y finalmente por un pedregal. Se ven grietas por donde sale vapor de agua, las rocas están calientes y hay un intenso olor a azufre. La pena que cuando llegué al cráter estaba bastante nublado y no pude disfrutar mucho de las vistas.



Borde del crater del Volcán Concepción


En la cima del Concepción, aunque podría ser cualquier otro lugar...




He dando la vuelta completa a la isla con la bici acampando un par de noches a orillas del lago, aunque no es muy recomendable hacerlo con alforjas. La parte norte del camino del Concepción y la pista que rodea el Maderas están muy deteriorados, con muchos tramos de piedras y bolos grandes que arrastran las regatas en las crecidas. Sigue lloviendo bastante y cuando menos te lo esperas caen unas tormentas tremendas.

Atardecer en el lago Nicaragua



Cascadas de San Ramón


D. Bernardo estuvo luchando con la revolución sandinista a finales de los 70 contra el "tirano" Somoza


Playa de Santo Domingo en el Lago Nicaragua




Después de tres de días en la isla he vuelto al “continente” y he llegado a Granada, una ciudad agradable, de arquitectura colonial, y de ahí, pasando por Masaya y la periferia de Managua, he terminado en León.

Lorenzo Rojo, de Vitoria, lleva 14 años pedaleando con la bici por el mundo (http://munduanbarrena.blogspot.com). En 1997 empezó en EEUU y bajó hasta Usuahia, de donde voló a Nueva Zelanda. Recorrió Australia, Asia, Europa, ha dado la vuelta completa a África, que eso ya son palabras mayores, y ahora está de nuevo en América, donde llegó hace tres años, y se dirige hacia el Norte. En total más de 140.000 Km... impresionante! Lleva un tiempo esperando a que la embajada en Managua le de un nuevo pasaporte, no porque se le haya caducado, sino porque ya a llenado las 32 páginas de sellos y no le caben más....

Javier Camacho, de Tudela, hizo en 2005-2006 Tudela-Tokio y el año pasado empezó de nuevo a viajar desde Alaska hacia el Sur. Leva algo más de un mes trabajando de voluntario en Quetzaltrekkers, una agencia de viajes de León que organiza excursiones a los volcanes de la zona y cuyos beneficios son para proyectos de una ONG de ayuda a los niños de la calle.

El encuentro en León con estos paisanos ciclistas ha sido buenísimo. Son dos pedazo de viajeros. Lorenzo tiene infinidad de historias que contar y anécdotas de todo tipo y casi de cualquier país del mundo, es una pasada... Y Javier me ha estado poniendo los dientes largos con sus andanzas por la zona oeste de EEUU, naturaleza salvaje, a lo bestia... La pena que de seguir al norte se me echaría el invierno encima... pero esto engancha y demasiado...


A la dcha Lorenzo y en el centro Javier

El Museo de la Revolución, situado junto al Parque Central es muy modesto pero rico en historia, tiene solo pegado recortes de periódicos y fotos de época, pero la visita es guiada por un antiguo guerrillero sandinista. Soy el único visitante en es momento y cuando empieza a contarme la historia se me pone la piel de gallina por la forma en que habla y me cuenta, con un orgullo inmenso, de lo vivido en épocas de lucha y con tristeza de los miles de compañeros caídos. En una de las fotos aparece él con otro guerrilleros cuando solo tenía 14 años y a su lado hay otro chico de 12 que murió en combate, bueno y otros tres más de la foto. Cuando salgo del museo veo la ciudad con otros ojos, me es muy difícil no imaginar las diferentes situaciones de esta ciudad en plena época de combates, ya que León es la “Capital de la Revolución”, donde se dieron los principales enfrentamientos y la mayor parte de la ciudad salió a la calle a apoyar a los sandinistas.



La catedral de León es una de las más grandes de Centroamérica y recientemente ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Debido a robustez de sus muros ha soportado temblores, erupciones volcánicas del volcán Cerro Negro y guerras. En 1824 fueron colocados varios cañones en su azotea durante el sitio de la ciudad por fuerzas conservadoras y en la insurrección de junio y julio de 1979 contra el dictador Anastasio Somoza los guerrilleros sandinistas del FSLN también la utilizaron con fines bélicos.




Después de tres días muy buenos en León, en muy buena compañía, reanudo la marcha rumbo a la cercana Honduras. Paul, un ciclista muy majo de Washington DC que llegó de Guatemala con Javier, me ha acompañado hasta la salida de León con su bici extra larga (http://biketobrazil.blogspot.com/). A veces monta a niños atrás y los lleva durante un pequeño tramo de su ruta... es un crak, tiene cursos de idiomas en su mp3 y está aprendiendo seis a la vez (francés, ruso, mandarín...).

Con Lorenzo y Paul antes de salir para Honduras

Paul con su bici XL

Volcanes camino de la frontera

 
Somotillo, departamento de Chinandega (Nicaragua)
Km 16.812

miércoles, 14 de septiembre de 2011

Península de Nicoya


Durante estos días me he reencontrado con los caminos de tierra. Aquí uno no se aburre, si no estás retorciéndote subiendo algún duro repecho, estás bajando un rápido descenso, esquivando piedras, baches y charcos, cruzando regatas, badeando ríos e incluso pedaleando por la playa, sin apenas tráfico, escuchando muchas veces solamente los gritos de los monos aulladores, los pájaros o las olas rompiendo en la costa.

La Península de Nicoya es un lugar muy turístico, aunque como ahora es temporada baja debido a las lluvias, hay muy poca gente. Además los turistas se concentran en algunos lugares como Montezuma, Playa Carmen, Sámara, Tamarindo o El Coco, quedando muchos pequeños pueblos y aldeas de vaqueros o pescadores por descubrir y cientos de kilómetros de playas a las que no va nadie. He leído que la revista Forbes ha escogido a Mal País como una de las 10 mejores playas en el mundo. La verdad es que son playas muy chulas, algunas con formaciones de rocas volcánicas, excelentes condiciones para la práctica del surf y con el litoral ocupado por un bosque verde. Algunas también son muy reconocidas por la pesca deportiva de marlines y otros grandes peces que capturan mar adentro o para hacer submarinismo.

Sigue lloviendo bastante. Algunos días llueve durante todo el día, una tormenta cada rato, pero como hace calor ya ni paro cuando está jarreando.  Con tanta agua creo que ya me van a salir escamas...




Buen sitio para acampar

Playa de Mal País





No sé la cantidad de playas por las que he pasado. He ido siguiendo los caminos, en su mayor parte de tierra, que más cerca van de la costa y he bordeado completamente la Península. He pasado unas subidas muy duras, cortas pero muy empinadas, pero muy agusto. Algunos tramos han sido memorables, de lo más bonito para hacer en bici desde que empecé el viaje.

El tramo entre Manzanillo y Puerto Coyote ha sido buenísimo. Es un camino solo para 4X4 que va muy pegado a la costa y finalmente termina en la playa. Ahí me dijeron que había que ir unos Km por la playa y luego volverse a salir. Así que me metí con la bici. Algunos tramos son ciclables por la arena mojada dura que queda cuando baja la marea pero en otros, de graba y conchas, me toco arrastrar la bici. Finalmente llegué hasta el estero del río Bongo que bajaba muy crecido y con una fuerte corriente, imposible de cruzar. Un pescador me dijo que era muy peligroso porque hay muchos cocodrilos (aunque seguro que ya tienen mucho para comer) y que a veces se les ve salir al mar a atrapar algún pescado. Así que esa noche acampé en una pequeña elevación, a salvo de las mareas, entre el mar y una laguna. Un sitio precioso. Por la noche estuve un rato de “tortugueo” por la playa, aunque no vi nada. La temporada en la que las tortugas baula llegan a las playas a poner los huevos es de diciembre a enero, aunque ahora si que están llegando tortugas lora pero no hubo suerte. Esta playa no es tan buena como las de la zona de Tamarindo y Playa Larga.






Este surfero de San Francisco  me invitó a una cerveza helada de las que llevaba en su nevera

Atardecer en el Estero del Bongo



Y amanecer en el lado de la laguna


Al día siguiente me toco badear dos ríos grandes, el Ario y el Bongo, con agua casi hasta la cintura. Para pasar  tenía que hacer tres portes, con las alforjas, los petates y la bicicleta. Bastante cansado, pero es una nueva experiencia pasar con la bici por sitios así y además te refrescas bastante bañándote en el río...

Entre Puerto Coyote y Tamarindo el camino es bastante duro, con muchas cuestas y también he tenido badear otro río grande, el Ora, y otros muchos pequeños. Llueve bastante pero los caminos son muy sanos y no se forma mucho barrizal.



 
Cruzando el río Ario



 
El río Bongo





Playa de Islita


Cruce del río Ora






Playa de Tamarindo




Otro tramo precioso ha sido el comprendido entre Flamingo y las playas del Coco. Es una subida durísima, solo para 4x4, por una zona de losas de piedra que me toco subirla en medio de un gran aguacero. En algún momento la pendiente es tan fuerte que me tocó echar el pie a tierra y después de la bajada de nuevo hay que cruzar dos pequeños ríos.


Bahía de Flamingo






Atardecer en las playas del Coco

De playas del Coco, ya por carretera asfaltada, he llegado de nuevo a la panamericana en la ciudad de Liberia. He empezado a ver muchos ciclistas, la mayoría con banderitas de Costa Rica, que venían en sentido contrario al mio. Cada vez había más y más y también muchas motos y gente parada en la carretera con banderas. Al final he preguntado a que estaban esperando y me han dicho que al paso de la antorcha. La mayoría de los países de Centroamérica (Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica) se independizaron de España un 15 de septiembre de hace 190 años. Para celebrarlo, cada año una antorcha es llevada desde Guatemala hasta Costa Rica por estudiantes relevándose día y noche, y por los pueblos que pasan la gente les acompaña unos km con sus bicicletas o motos y todo el mundo sale a la calle.



El día de mi cumple he amanecido en las playas del Coco, a orillas del Pacífico, y me acuesto en el parque de bomberos de La Cruz, a solo 20 Km de la frontera con Nicaragua.


La Cruz, provincia de Guanacaste (Costa Rica)
Km 16.265