domingo, 26 de junio de 2011

De la puna al Pacífico

Otra vez solo. Algunos de los compañeros ciclistas con los que he andado estos días se fueron en bus y otros tomaron otra ruta diferente. Después de 15 días en buena compañía se hace durillo volver a la soledad de la ruta, pero pronto llegaré a otra zona de paso de muchos ciclista que cruzan el continente. Tenía ganas de cambiar de aires, dejar las montañas e irme hacia la costa, pero antes, mirando el mapa, se me ocurrió ponerme otro reto por delante: superar el Abra Huayraccasa, que con sus 5.059 msnm, es uno de los pasos más altos de América.

15 Km al norte de Ayacucho he tomado una carretera secundaria en dirección a Julcamarca, en la provincia de Huancavelica. Los puertos que habíamos subido entre Cusco y Ayacucho son muy largos pero con pendientes muy tendidas, entorno al 5%, para permitir el tránsito de los viejos autobuses y camiones pesados. Sin embargo, esta pista secundaria por la que solo circulaban combis y taxis, ha resultado mucho más dura, con muchas piedras, cruce de regatas y fuertes repechos de hasta el 14%. Desde Secclla empieza una subida interminable hasta un collado de 4.450 m que no aparece en mi mapa, al que llaman La Cumbre. En 42 Km subí 2.200 m de desnivel acumulado, casi más duro que la Extrem de Cameros...

En Huanchocopla (4.000 m) empieza la subida al Abra Huayraccasa. Esa noche llegué al campamento minero de Caudalosa Chica, situado a 4.550 m de altura. Es un poblado de barracones donde viven los mineros con sus familias. Trabajan en una gigantesca mina donde se extrae cobre, zinc, plomo y otros metales. Las regatas bajan con el agua de un color rojizo, hay varias plantas de tratamiento de aguas ácidas y montañas enormes de residuos y escoria, da la impresión de que el proceso contamina bastante. En el poblado los guardas de seguridad, muy majetes, me dejaron dormir en su cuarto, mucho mejor que mi idea de dormir en la carpa, porque por la noche cayeron más de 10ºC bajo cero. La noche la pasé regular, despertándome varias veces como si me faltara el aire, no se descansa muy bien a esas alturas... En el campamento hay comedores, escuela, tiendas y hasta internet, pero tiene que ser durísimo vivir aquí. Me dijeron que los mineros trabajan tres semanas seguidas y luego tienen una semana de fiesta. Al día siguiente seguí subiendo a ritmo suave unos 20 km más y finalmente llegué al Abra Huayraccasa, bastante bien aclimatado esta vez y contento por haberme quitado la espina clavada que tenía con el tema de la altitud.
Camino de Julcamarca

Vista desde La Cumbre (4.450 m)



Trabajadores de la mina Caudalosa

Por la puna

Condor

Camino del Abra


Tras superar un nuevo paso a 4.800 m después de pasar la laguna Orcochocha empieza LA BAJADA: 80 Km de descenso hasta la carretera de Los Libertadores, la que viene de Ayacucho. Hasta Catrovirreyna se baja haciendo zetas y después se continua descendiendo por una carretera preciosa junto aun río muy encajonado. Ya en la asfaltada carretera general se sigue bajando, aunque más suavemente, hasta llegar a Pisco, a orillas del océano Pacífico. El paisaje cada vez es más árido, en la costa llueve menos de 2 mm al año.





De nuevo el asfalto
Pisco da el nombre a un aguardiente de uva con el que se prepara el combinado más popular de Perú: el “Pisco Sour”. Lleva Pisco, limón, azucar y un poco de clara de huevo que le da un toque espumoso. Muy rico. A parte de ésto, el mayor atractivo de Pisco es la cercana Reserva Nacional de Paracas. Se trata de una península en la que el desierto costero se adentra en el océano, presentando formaciones geológicas interesantes. Por aquí estuve haciendo un recorrido en bici bastante entretenido por los cerros de la reserva que son de arena dura y se puede andar bien. Me apunté a una excursión en una barca a las Islas Ballestas donde se puede observar de cerca concentraciones enormes de aves marinas y guaneras, pingüinos de Humbold, lobos marinos... Es increíble estar un día en la puna viendo vizcachas y vicuñas, y al día siguiente en el mar contemplando pingüinos y lobos marinos. Esto es Perú.

A parte de la reserva de fauna, estas islas tienen gran importancia por ser un depósito de guano. El guano son los excrementos de los cormoranes, principalmente del guanay, que resulta ser un extraordinario fertilizante. El guano se exportaba en grandes cantidades a Europa en el siglo XIX y permitió cancelar la deuda externa de Perú tras finalizar la guerra del Pacífico con Chile en 1890. Actualmente se vende a 300 dolares la tonelada y solo en las pequeñas Islas Ballestas se recogen 5.000 toneladas cada seis años.

El Candelabro, una figura muy antigua de origen desconocido

Muelle para la carga del guano

Lobos marinos

Descargando el pescado con los pelícanos al acecho





Playa de la Mina


Playa de Yamake



Los 250 Km que hay entre Pisco y Lima han sido un auténtico aburrimiento por el desierto costero. La panamericana es una carretera hasta Chincha y después se convierte en autopista, aunque con un buen arcén para ir con la bicicleta. El paisaje es totalmete desértico y, solo en los valles de los ríos que bajan de la cordillera, hay pueblos y cultivos de algodón, maíz, viñas, espárragos que luego los cuelan como “de Navarra”...

La Panamericana
Lima es una gran ciudad con 8,5 millones de habitantes. Entrar con la bici fue bastante complicada, aunque, sorprendentemente, en algunas de las avenidas más importantes del centro hay carriles bici. A pesar de estar ya muy cerca del Ecuador y casi a la altura del mar, el clima de Lima en invierno se caracteriza por la casi ausencia de precipitaciones, pero con una elevada humedad atmosférica y una persistente cobertura nubosa. La mayor parte de los días son grises y con mucha humedad en forma de una fina llovizna. “Lima la triste”, la llaman, dos semanas nublado para dos días de sol. En el centro histórico hay bastantes iglesias, conventos y edificios coloniales, todo alrededor de la Plaza de Armas, centro de la ciudad desde su fundación en 1535. Pero también hay muchísimo tráfico, un gran mercado central y otros muchos mercados, un barrio chino lleno de restaurantes y tiendas donde puedes encontrar cualquier cosa, barrios a los que no te puedes arrimar... Una ciudad más.

Catedral y Plaza de Armas

Plaza San Martín

Malecón de Miraflores
 
Con los ciclistas Floiran (alemán) y Adriano (brasileiro) y Pilar, la jefa del hostel


Después de tres días bastante aburridos callejeando por Lima, ya estoy otra vez con las pilas cargadas, deseando salir de nuevo con la bicicleta hacia las montañas.

Lima, departamento de Lima (Perú)
Km 11.010






viernes, 17 de junio de 2011

Atravesando Abras por los Andes

En la ciudad de Ayacucho entramos todo un pelotón de seis ciclistas después de unos duros días de travesía desde Cusco. Por casualidad conocimos a Kike, un apasionado de la bicicleta y pudimos comprobar de nuevo el buen rollo que hay siempre entre los ciclistas. Nos invitó a comer en el restaurante de su hermano, también ciclista, y por la noche fuimos a cenar a un restaurante de un amigo suyo, ciclista también, y a tomar unos tragos a un bar de otro amigo, obviamente ciclista.

Kike con sus hermanos y los otros ciclistas
Ocho días antes había salido de Cusco con el mismísimo Jan Ulrich y en dos días llegamos a Abancay después de pasar una agradable noche en los baños termales de Cconoc, a orillas del impresionante río Apurimac. Allá se unió una pareja de franceses y continuamos la ruta superando larguísimos puertos como el Abra Sorllaca, 53 Km desde los 1.900 m del río Apurimac hasta los 4.050 m del collado. Cuando estábamos montando las tiendas para acampar en plena puna, nos alcanzaron Julian y Julian, otros dos franceses que habíamos conocido en Cusco y que habían salido un día después pero venían más rápido. Después de una bajada de 40 Km desde el Abra Toccto (4.250 m) entramos en Ayacucho. En total han sido 600 Km desde Cusco con las siguientes “tachuelas”:

Abra Huillke: 3.715 m
Abra Sorllaca: 4.050 m
Abra Huayllaccasa: 4.100 m
Abra Saracchocha: 4.150 m
Abra Toccto: 4.250 m


Jan y abajo el río Apurimac


Este inglés lleva viajando 2 años y tres meses (51.000 Km). Desde Francia fue a China y ahora está haciendo Alaska - Usuahia


Río Pampa


Pinchazos varios en el ripio

La puna

El Km 10.000 llegó empezando a bajar el Abra Saraccocha (4.150 m)


En la cima del Abra Toccto (4.250 m)



Ayacucho es una ciudad con un centro histórico muy bonito pero que, según me comentó Kike, creció rápida y desorganizadamente en los años ochenta por la llegada de muchos campesinos de los pueblos de la montaña que huían de los ataques de Sendero Luminoso. Está solo a tres horas de la selva de Vicabamba donde se produce gran cantidad de cocaína, por lo que en la ciudad vive gente con mucha plata procedente del narcotráfico.


Ayacucho, departamento de Ayacucho (Perú)
Km 10.207



miércoles, 8 de junio de 2011

De nuevo en la Cordillera. Cusco y Machu Picchu.

Hace 6 meses que han terminado de asfaltar la carretera que va de Puerto Maldonado a Cusco y han cambiado algo el trazado, ya no se pasa por el Abra Hualla Hualla, sino por otro collado un poco más bajo. Sin embargo, no tenía claro que fuera a llegar pedaleando hasta Cusco, ya que al poco de salir de Puerto Maldonado algo se rompió en la maneta del cambio. Tendría que hacer los 500 Km a piñón fijo, jugando con los platos y poniéndome bastante rato de pie.

A lo largo de los primeros 150 km desde Puerto Maldonado la carretera es prácticamente llana y se cruzan varios poblados de garimpeiros que buscan oro en el río Madre de Dios y en su afluente el Inambari. Son pueblos bastante chungos que cruce rápidamente con chabolas de madera con techos de plástico donde se han ido estableciendo los garimpeiros sin ningún tipo de control. Son gente que muchas veces va armada y están fuera de la ley, tipo el Far West. A partir de la localidad aurífera de Santa Rosa se atraviesan varias sierras de la precordillera andina, pobladas por un espeso bosque húmedo, cruzando continuamente ríos y arroyos de montaña. En Quincemil, un pueblo que se llama así porque según dicen un año cayeron 15.000 litros de lluvia, la cosa se empieza a complicar. Un día subí desde los 700 msnm de Quincemil hasta los 3.050 m de altura de Marcapata, un pueblo encajonado entre montañas y que tiene unos baños termales que me sentaron de primera. Al día siguiente se continúa subiendo hasta los 4.725 m del Abra Pirhuayani. Esta vez apenas me afectó el soroche y llegué arriba bastante bien, no sé si porque mi cuerpo se acordaba aún de los días que estuve en el altiplano boliviano o por los paracetamoles y los dos litros de cocacola que me bebí en la subida. Cuando iba ascendiendo por esta carretera ancha, recién asfaltada y sin poder utilizar el cambio, pensaba lo mucho que se tendría que disfrutar por estos puertos con la bici de carretera. En la bajada alcancé la velocidad máxima de 80 Km/h, mi record en este viaje y con esta bici y con alforjas. Después de superar dos nuevos cols por encima de los 4.000 m de altura y de un rápido descenso de 1.000 m de desnivel hasta el valle donde está la carretera que viene de Puno, finalmente llegué a Cusco. La pobre bici llegó a duras penas. He tenido que cambiar las manetas de cambio, pedalier, platos, cadena, piñones, cargar de aceite los frenos...

Puente en el río Inambari







Cancha de fútbol de Marcapata. Aquí no le dejarían jugar a Bollino...





Alpacas


A la derecha, Nevado Ausangate (6.382 m)

Bajada hacia el Valle de Vilcanota

En Cusco me encontré por fin con Aritz, otro ciclista de Pamplona que salió en noviembre del año pasado desde Usuhaia y que tiene un blog que no tiene desperdicio: dramezketasupongo.bogspot.com Nos juntamos en el alojamiento “La Estrellita”, punto de reunión de muchos ciclistas que pasan por Cusco. Aquí he conocido a dos franceses que salieron de su casa, cruzaron España, pasaron a Marruecos y llegaron a Dakar. Allá estuvieron esperando tres semanas hasta que encontraron un velero con el que cruzaron el Atlántico en una travesía de tres semanas hasta Fortaleza en Brasil, y de allí hasta Cusco en  bici. También hay otra pareja de franceses que han llegado en bici desde Nueva York, otro chico alemán que también viene de Usuahia y que además se llama Jan Ulrich... Un ambiente buenísimo con agradables tertulias cicloturísticas desayunando en el patio del alojamiento al sol.

Cusco fue la capital del gran Tahuantinsuyo o Imperio Inka, desde donde se gobernaban las cuatro regiones del impero, hasta que en 1534 Francisco Pizarro fundó la ciudad española de Cusco, la cual conserva actualmente magníficas iglesias y mansiones coloniales. Todas estas iglesias fueron fundadas sobre la base de templos y construcciones inkas, conservando, en muchos casos los muros de piedra originales. En el centro de la ciudad está la Plaza de Armas, donde se encuentra la catedral. Fue construida en la esplanada de la “Kiswar Kancha”, en la cual estaba el palacio del Inka Wiracocha.  Además hay otras diez iglesias en el centro histórico y numerosos museos. Una parte del centro, situada en la ladera del monte, recuerda a las calles del barrio de Albahicín de Granada, con callejuelas empinadas con adoquines  y con casas y palacios de estilo colonial.

Plaza de Armas


Catedral

 


A Machu Picchu no se puede llegar en bicicleta. La única forma de acceso es a pie por el camino inka, el cual es obligatorio hacerlo con guía y vale un pastón, o en tren, el tren más caro del mundo. Algunas personas, como el polaco Parys (americaenbici.blogspot.com), han llegado siguiendo la vía del tren que discurre junto al río Vilcanota, en un valle muy encajonado. Sin embargo, debe resultar bastante peligroso porque en las curvas no se oye el tren por el fuerte ruido de la corriente del río y además esta prohibido. Otra opción es por una carretera que bordea las montañas atravesando el Abra Malaga (4.350 msnm) hasta llegar en unos tres días hasta Santa Teresa. De ahí caminar 10 Km hasta una central hidroeléctrica y luego otros 10 Km junto a la vía del tren hasta llegar a Aguas Calientes, el pueblo desde donde se accede a las ruinas. El regreso hay que hacerlo por el mismo camino pero todavía con mayor desnivel para cruzar el Abra Malaga. Muy complicado, vamos. Así que me junté con Jan Ulrich y Jan y Uli, otra pareja de alemanes, y fuimos a una agencia para acabar pasando por el aro e ir a Machu Picchu de la forma en la que lo hacen la mayor parte de los turistas, en tren, Ulrich resultó ser un gran negociador y consiguió que no hicieran un precio bastante ajustado, creo...

La construcción de la ciudad inka de  Machu Picchu encaja armónicamente en un paisaje montañoso muy encajonado y de difícil acceso. Su escenario es impresionante por el notable equilibrio entre la naturaleza y su obra arquitectónica. Está ubicada en la zona subtropical o ceja de selva, entre dos montañas:  Wayna Picchu (montaña joven) y  Machu Picchu ( cerro viejo). Esta última es por la que se llamó así a la ciudad por sus descubridores, ya que el verdadero nombre de la ciudad se perdió con los siglos. Como toda ciudad inka,  Machu Picchu fue un centro dinámico, con espacios administrativos, públicos, lugares de culto religioso, de especialización artesanal, residencial y zonas agrícolas, dentro del gran contexto político, económico y social del  Tahuantinsuyo. Se concibe como un sitio clave de acceso y control administrativo entre la Amazonía y los Andes. Se cree que hacia 1550 los inkas abondanoran la ciudad llevándose todo los tesoros y el oro hacia un lugar oculto en la selva y que todavía no ha sido descubierto.  Hasta que en una expedición científica organizada por la Universidad de Yale, el 24 de julio de 1911 Hiram Bigham descubriera  Machu Picchu, la ciudad permaneció oculta entre la espesa vegetación.

Mercado de Ollantaytambo. camino de Machu Picchu


La ciudad y el cerro Wayna Picchu

Terrazas utilizadas para la plantación experimental de coca con objeto de adaptarla a la altitud






Con Udi, Jan y Jn Ulrich


Vista de las ruinas y Wayna Picchu desde lo alto del cerro Machu Picchu (3.050 m)


Después de unos días muy buenos de descanso en La Estrellita, disfrutando de la excelente comida peruana, parto de nuevo al norte, esta vez con la compañía de otros ciclistas.

Con los demás ciclistas de "La Estrellita". En el medio Aritz y a su izda Jan Ulrich

Cusco, departamento de Cusco (Perú)
Km 9.588